20 enero 2011

  
 Comparto con ustedes unos sabios consejos extraídos de un libro "de cabecera" sobre medicina china y diagnostico oriental.


   Comer para la salud y la felicidad


1. Dé las gracias por todos los alimentos que recibeLos alimentos nos

llegan como regalo del «Dador de la Vida». Recíbalos con humildad y
gratitud. Se nos dan para mantener la vida en la Tierra y para ayudarnos
a hacer realidad nuestros más acariciados sueños. Por suerte o por desgracia, nací durante la Segunda Guerra Mundial y me crié en Hiroshima, de modo que mi estómago experimentó la verdad de lo que estoy
diciendo. Cuando recibimos el alimento, nos llega con amor, como una
bendición del mundo.
2. Coma alimentos completos. Los seres humanos somos productos de
la naturaleza al igual que lo son las estrellas, los árboles y las plantas. Somos uno con la Tierra: sus minerales circulan por nuestra sangre; somos
uno con las plantas: sus elementos nutritivos hacen funcionar nuestras cé-
lulas y su fibra nos ayuda a eliminar los desechos indeseados; somos uno
con la lluvia: nuestros cuerpos se componen en su mayor parte de agua;
somos uno con el Sol: sus rayos dan vida a todo lo que hay en el planeta.
Evite los alimentos que han sido despojados de su contenido nutritivo o
que han sido tan procesados que son más productos de laboratorio que de
la naturaleza. Coma alimentos completos, frescos, no procesados y, siempre que sea posible, que sean cultivados orgánica o biológicamente. Estos 
alimentos le proporcionarán cantidades óptimas de nutrición y poder.
También le ayudarán a evitar substancias químicas dañinas que conducen
a la enfermedad y la desdicha. Lo conducirán a una vida armoniosa. 
Coma sobre todo cereales completos, como arroz, mijo, cebada, avena y
maíz integrales, y verduras frescas, particularmente de la variedad de hoja
verde, como son por ejemplo las coles y la lechuga verde. Los cereales integrales proporcionan energía en abundancia (los hidratos de carbono complejos son el combustible más eficiente y potente del planeta), así
como proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Las verduras frescas son minas de vitaminas, minerales y fibra. Estos alimentos estimulan el sistema inmunitario y los órganos excretores y nos proporcionan energía duradera.
3. Mastique bien. La masticación es un paso esencial de la digestión.
Los seres humanos podemos comer cualquier cosa, pero primero debemos masticarla. El alimento que ha sido bien masticado, puede ser bien
digerido y eliminado. Los alimentos que se han masticado sólo parcialmente no pueden ser digeridos en su totalidad, producen todo tipo de
trastornos gástricos e intestinales y conducen a la enfermedad e infelicidad. Mastique cada bocado entre 35 y 50 veces; con ello obtendrá una
buena salud, pensamiento claro y digestión feliz. Masticar bien ejercita
los músculos de la boca, mandíbula y cuello, lo cual aumenta la irrigación sanguínea del cerebro, que necesita treinta veces más oxígeno que
el resto del cuerpo. Por eso, cuanto más se mastica, más inteligente se es.
4. Evite el exceso de grasa. La parte más peligrosa de la dieta actual es
la grasa. Está demostrado que es cancerígena. Obstaculiza la provisión
de oxígeno y sangre a los tejidos de todo el cuerpo. Sin sangre ni oxígeno las células mueren: el cuerpo envejece prematuramente y hacen su
aparición las enfermedades degenerativas. El consumo excesivo de grasa es causa de cáncer, enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes
mellitus no dependiente de insulina, demencia senil precoz y apoplejía.
Los alimentos de origen animal, especialmente la carne roja, los productos lácteos y los huevos, están cargados de grasa. Si consume estos
alimentos, cómalos con moderación.
5. Coma alimentos propios de la región y la estación. Vivimos en condiciones climáticas específicas, igual como las plantas que crecen a
nuestro alrededor. Deberíamos comer los alimentos que viven en las
mismas condiciones que nosotros. A las personas que viven en Alaska
les va mejor comer pescado y grasa de ballena que comer los alimentos
y frutas propios de Brasil, y viceversa. Lo mismo vale para todos los
otros climas. Cuando comemos los productos de la naturaleza, consumimos la energía que entró en la creación de esas plantas. Consumimos
nuestro clima y todas las energías que influyen en nosotros diariamente.
Esto facilita la adaptación del cuerpo a las estaciones, al tiempo atmosférico y a los retos que enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Si no puede comer alimentos cultivados en su región, coma alimentos que se produzcan más o menos en la misma latitud. Trate de evitar los alimentos
que no crecen en su propio clima. 
6. No coma en exceso. Comer en exceso sobrecarga el organismo, añade kilos y dificulta la digestión. Esto favorece las enfermedades cardiacas, los problemas intestinales y hepáticos y entorpece el pensamiento.
En Japón decimos que cuando el estómago está un poquitín vacío, la
mente está ávida de conocimiento. Pero cuando el estómago está lleno, la mente también está llena. Yo creo que si comiéramos menos, tendríamos menos problemas de salud. 
7. No coma inmediatamente antes de acostarse. Es un hecho bien documentado que durante el sueño el cuerpo se cura a sí mismo. Sin embargo, esto no ocurre si el estómago está lleno al irnos a dormir. La energía que debería dedicarse a sanar se dedica a la digestión. 
                                                 Un estómago
lleno impide el sueño profundo y el adecuado descanso. También pienso
que un estómago lleno nos hace soñar en exceso y hace desagradables
nuestros pensamientos. Esto nos afecta al día siguiente, causándonos letargo y mal humor.


Estos son mis consejos para comer sano. No son demasiado rígidos.
Cualquiera los puede seguir, y obtener mucho provecho de ellos.


Wataru Oashi -Cómo leer el cuerpo-

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